La cueva del Sumidero de Las Palomas se ubica al fondo de una amplia depresión. En periodos de lluvia el agua cae en cascada hacia la boca. Se trata de una cavidad prácticamente lineal que en su desarrollo alcanza 1.118 m. con un desnivel de 61 m. La boca tiene 3 m. de anchura y 7 de altura. El trazado sigue el cauce de un río subterráneo lo que da idea de la dificultad del recorrido en determinados periodos del año.
ara realizar la visita al interior de la cueva es aconsejable que un conocedor de la cavidad nos acompañe, ya que puede resultar peligroso el recorrido si se desconoce. Además, es necesario equipamiento adecuado y obtener los permisos oportunos por parte de la autoridad competente.
Avanzamos por una sucesión de pequeñas cascadas y de gours (pequeños diques de agua producidos por el depósito de calcita en la parte superior) de profundidad notable. La anchura de las galerías no es superior a los 2 m.
La cueva tiene interés arqueológico por la existencia de un conjunto de pinturas rupestres de estilo Esquemático-Abstracto descubiertas en 1986 y que se encuentran en la única parte seca de toda la cueva, a unos 200 metros de la boca. Además se ha encontrado en la cueva un fragmento de cerámica atribuido a la Edad del Hierro.
El acceso a la sala de las pinturas se hace tras ascender un desnivel de unos 5 metros y atravesar un paso angosto a nivel del suelo. Desde el vestíbulo ya aparecen trazos monocromáticos negros, pero es en esta sala donde se aprecian además pequeños conjuntos que se podrían considerar como esquematismos humanos además de grupos de puntos. La ubicación y la forma de las representaciones harían pensar que no se trata de algo casual sino que tiene un carácter intencionado. Por los estudios realizados, las pinturas se sitúan en la época medieval.
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