Hacia las 22:30 horas del 17 de Agosto de 1960, el dique La
Luciana de la mina de AZSA se desbordó y rompió, causando un torrente de lodo
ladera abajo que acabó con la vida de 18 personas, arrasando todo lo que
encontró a su paso.
A los pies del dique se encontraba una barriada del pueblo
de La Barquera, que quedó completamente arrasada. Es ahí donde se ubica el
monumento en recuerdo de las víctimas de la mayor tragedia minera acaecida
en Cantabria. Concretamente se ubica en el cruce entre la carretera que une Torres
y Mijarojos, y el camino que sube desde el Puente de la Barquera del Parque de
la Viesca. Junto al monumento encontramos un panel informativo que nos habla acerca del suceso.
El dique de La Luciana era un dique de decantación de estériles.
Este tipo de balsas o diques son usadas para la separación por flotación del mineral
y de los materiales finos estériles. Estaba ubicado en el término municipal de
Torrelavega. A su alrededor se encontraban las oficinas y el hospital de la
mina, así como viviendas pertenecientes al pueblo de La Barquera, todo en el término
municipal de Cartes.
Fueron varios los motivos que desencadenaron la rotura del
dique. El primero de todos, la inestabilidad del suelo en el que se asentaba el
dique, un error que se remonta a la fecha en la que se construyó la estructura.
El segundo un fallo de drenaje del agua generado al licuarse el limo, que hizo
que se acumulase agua en la base y el material se deslizase. El tercero, una desmesurada
acumulación de material, pues parece ser que la empresa estaba esperando una
subida del precio del mineral antes de vender.
Se calcula que la rotura del dique dejó escapar más de
30.000 toneladas de piedra y barro que arrasaron las casas que se encontraban
en la bajada hacia el Río Besaya. Afectó además al hospital, donde se
encontraban varios pacientes, y al ferrocarril minero. La fuerza con la que
bajó el material arrastro hasta varios kilómetros río abajo todo lo que encontró.
Se llegaron a encontrar cadáveres a la altura de Barreda.
18 personas, entre ellos varios niños, fallecieron. Pudieron
ser más de haber habido más gente en las casas. La tragedia sucedió durante las
fiestas de la Patrona de Torrelavega, y algunos habitantes de La Barquera se
encontraban fuera de casa. Incluso pudo haber sido mucho peor, pues se calcula
que el dique contenía 600.000 toneladas de material.
El monumento recupera la memoria de unas víctimas que
tuvieron que sufrir, sumado al dolor, un silencio institucional que duró décadas.
La España de la dictadura no se enteró de la tragedia, que pasó sin ruido por
los medios. Pero no para las gentes de la zona.
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