La actividad de la Mina de Zinc de Reocín ceso hace casi una década, pero las huellas de la minería perduran en los municipios de Torrelavega, Reocín y Cartes. La influencia cultural debe perdurar para evitar que se pierda, y la influencia medioambiental debe transformarse para que antiguos terrenos sean de provecho. Es el caso de la antigua escollera de Torres.
Se levantó en su día detrás de la iglesia de Torres, rodeando una de las antiguas explanadas de Asturiana de Zinc S.A. Para acceder a ella debemos encontrar un camino que nace al lado de la bolera que se encuentra detrás de la iglesia, a la izquierda del Carril Bici en sentido Ganzo.
Una vez salvemos el pequeño desnivel nos encontraremos con la planicie, donde podremos observar como el paso del tiempo ha creado un ecosistema basado en los pinares. El pino es un árbol muy adecuado para la regeneración de suelos como los de estas escolleras, o lo de zonas quemadas. Aquí se ha establecido en este árido suelo, conformado por los restos procedentes de la explotación de la mina. De ahí las tonalidades anaranjadas que no encajan con los colores del resto de suelos de la zona.
El resultado es un paraje atípico, distinto, pero igualmente aprovechable. Actualmente el Ayuntamiento de Torrelavega está estudiando posibles salidas para este terreno.
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