La Sierra del Dobra es el hogar de un gran número de buitres. No solo hablamos de una residencia estacional como parada de un flujo migratorio, en el Dobra existen colonias de estas aves.
La orientación de la sierra, que es longitudinal al eje oeste-este, la hace estar en un gran canal de aire. Los buitres usan estas corrientes para ascender y descender en sus vuelos, por lo tanto la Sierra del Dobra es para ellos como lo que para nosotros sería vivir en una ciudad con unas carreteras en perfecto estado.
Además de eso, la presencia de la ganadería extensiva hace abundante el que es el plato único en su dieta, la carroña. Habitualmente, cuando una res muere por causa natural en una finca grande, el ganadero tarda tiempo en localizarla y retirarla. Antes de que eso ocurra, los buitres ya suelen haberse encargado de dar buena cuenta del animal.
De las dos especies principales que habitan el entorno del Dobra, la más fácil de avistar es el Buitre Leonado (Gyps Fulvus). La envergadura de esta rapaz puede superar los 2,5 m. de punta a punta de las alas, y dibuja una imponente silueta en el cielo.
Es característico por su plumaje de color pardo y por el círculo de plumas que marca en el inicio del cuello su cabeza desplumada. Es habitual verles en solitario, planeando a gran altura, salvo que sea la época de reproducción, o haya carroña nueva a la vista. En este caso, se juntaran varios individuos "en la mesa" para pelearse por la comida.
La otra especie de buitre que podemos observar en el Dobra es algo más esquiva de ver, por menor en número y en tamaño. De hecho se trata del buitre más pequeño de todos los de la especie. El Alimoche (Neophron Pernocterus) es además el más particular de los buitres. Solo él, junto con el Quebrantahuesos (Gypaetus Barbatus), poseen plumaje en la cabeza. Además el Alimoche incorpora de vez en cuando en su dieta presas vivas, algo que no hace otro buitre. Caza presas pequeñas como anfibios o invertebrados.
Es un animal muy singular, y con una coloración muy llamativa. Es de un blanco intenso, con la parte trasera de las alas de un negro que da un gran contraste. Su careta es de un amarillo anaranjado con la punta del pico y los ojos negros.
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